Todo ser humano tiene unas necesidades básicas en esta vida; algunas son físicas como el comer, beber o hacer ejercicio. Pero también tenemos necesidades no materiales como la esperanza, el propósito, la felicidad o la comodidad. Y una de esas grandes necesidades es la paz.
Todos deseamos vivir una vida en paz, una vida sin conflictos ni arrepentimientos; pues esta es una necesidad para toda persona. Por ello, buscamos paz por muchos medios, intentamos conseguirla a cualquier coste. Sin embargo, esta necesidad tiene muchos enemigos: la ansiedad, los conflictos, el odio, el miedo o el remordimiento, entre otros. Y por culpa de estos enemigos muchas veces fallamos en el intento y continuamos nuestras vidas sin esa paz.
Entonces, ¿Cómo podemos vivir en paz?. ¿Dónde podemos encontrarla?. ¿Por qué muchas veces perseguimos y buscamos paz mediante la ausencia de esos enemigos mencionados?.
Paz no es la ausencia de problemas. Si no hay problemas en el trabajo quiere decir que hay paz. Sin embargo, hay un problema con esa premisa: en esta vida siempre habrá algún que otro conflicto. Los problemas aparecerán uno detrás de otro. No podemos vivir pensando que no habrá problemas, porque vivimos en un mundo imperfecto. Malentendidos, malas intenciones, decepciones, incompetencia… ¡Hay tantos tipos de conflictos y problemas que es imposible huir de ellos en esta vida.!
Por ejemplo, se dice que hay paz entre dos países cuando no están en guerra. Pero la verdad es que entre esos dos países aún puede haber diferencias e incluso odio por un trasfondo histórico o cultural, y aunque no estén en guerra tampoco están en paz. O, entre dos personas, aunque no estén enfrentadas, eso no remedia una posible enemistad, y cada vez que se encontrasen no habría paz entre ellas, más bien incomodidad, rencor o desprecio.
Hay una serenidad que perdura y es constante sobre todo problema y conflicto.
Paz tampoco es la ausencia de accidentes o errores. No está condicionada por el pasado o los triunfos. Muchos intentan buscarla mediante el perfeccionismo y la excelencia. Aunque sean valores buenos, no son los que aportan tranquilidad a una persona. Uno puede ser excelente en su trabajo y vida social pero cuando llega a casa ser incapaz de reconciliar el sueño. Uno puede ser excelente en la administración de su economía y aun así vivir con miedo a acabar con una enfermedad crónica. Otras personas viven sumisas en culpa o arrepentimiento por causa del pasado y viven cada día intentando olvidar.
Hay una calma que superpone cualquier miedo, error o catástrofe.
¿Cómo se puede llegar a vivir en paz?, pues siempre habrá problemas, conflictos, errores o catástrofes. La Biblia nos enseña que la Paz es Jesús. Él es el Señor Soberano, nuestro escudo y protector. Por ello aun en tus errores y traiciones, Jesús te ofrece perdón. En el medio de los conflictos, problemas y ruido alrededor, Jesús es tu protector y tu lugar seguro. Cuando las mentiras te desbordan y la injusticia te acecha, Él es tu fuente de verdad y justicia. Con Jesús a tu lado puedes tenerla, pues él nunca cambia: omnipotente y omnisciente, él es quien da valor a tu vida. Con Jesús puedes vivir en paz, pues él te da vida eterna, ya no hay temor a la muerte o a la enfermedad.
Todos tenemos y compartimos una necesidad. Y es que en un mundo cambiante y lleno de incertidumbre Jesús se levanta como una constante de tranquilidad y esperanza.
Que todo aquel que carezca de Paz en su familia, en su trabajo o en su vida clame a Jesús, Él responderá. ¡Él es nuestra paz!
Carlos Escobar Bellshaw