El 2021 será un año de Esperanza verdadera. En 2020 la Pandemia del Covid19 nos ha puesto a prueba a todos. Ha probado nuestra capacidad de reacción, nuestra Fe y nuestra esperanza.
La verdadera Esperanza va mucho más allá de un sentimiento, proyecto o crisis. Por ello nuestra Esperanza no se limita a la vacuna, ni a la famosa inmunidad de rebaño. Sabemos que vienen grandes desafíos que nos van a exigir una gran dosis de Esperanza.
En Jeremías 31:17 leemos “Esperanza hay también para tu porvenir”. Lo que Dios nos está diciendo con estas palabras es que si tienes esperanza, tienes futuro. Y no es que lo dijese en el año 772 a.C. de forma puntual. Te lo dice hoy. Para tí.
Ninguna situación, por grande o terrible que sea, puede robarte el futuro ni desviarte de tu destino. El futuro está vinculado a la esperanza.
Así que te invito a que te preguntes: ¿Cuál es mi esperanza de futuro?. ¿En qué o en quien he puesto mi esperanza?
La Esperanza verdadera es vital, como lo es la sangre en nuestra vida, como el agua que bebemos o el aire que respiramos. No se ve, pero se debe percibir como algo esencial para superar el pasado, afrontar el presente y construir el futuro.
La Esperanza verdadera está basada en que en el otro cabo de la cuerda está Dios. Es una esperanza que provee sabiduría, nos ayuda a crecer y nos infunde confianza. En Dios, la Esperanza no avergüenza, trae descanso, imparte seguridad, nos infunde gozo y es eterna.
Hebreos 6:9 dice “Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así” o lo que es lo mismo, lo mejor está por venir.
Ten Esperanza, confianza y fe, porque en este 2021 Dios nos abrirá una puerta donde no la haya.
Cualquiera que haya sido la razón de tu sufrimiento, perturbación o crisis, puedes estar seguro que, de la mano de Jesús, dejándote guiar por Dios, tu vida será más firme a cada paso por muchas pruebas que vengan a confrontarnos.
Pr. Juan Carlos Escobar Carrasco