A veces, muchas, más de las que puedo contar, la gente se sorprende cuando escucha que una persona joven se define como cristiano. Es como si la “etiqueta” de cristiano fuese una cosa perteneciente a otro siglo, algo pasado de moda. Pero ser cristiano es amor.
No es una religión, no es una cosa extraña, no es algo de la época de Matusalén. Ser cristiano, amigos míos, es una amistad con Jesús. Sí, soy consciente que vivió hace 2000 años, pero, seguramente tú no lo seas que sigue más vivo que nunca.
Como cristianos, los jóvenes no hacemos cosas raras. Ni somos una especie diferente. Nos gusta pasar un tiempo con Dios, un tiempo de calidad. Nos encanta tener una amistad verdadera. Amamos disfrutar de la vida. Y nos gusta, sobre todo, ser ejemplo para los demás.
Es muy posible que nuestros propósitos, objetivos o metas sean muy parecidos a los tuyos. Queremos estudiar, ir a la Universidad, trabajar, formar una familia, ser felices… Y sí, todo ello lo hacemos siguiendo unos valores que, quizás, algunos no entiendan.
Pero puedo asegurarte que, si no lo entiendes y nos preguntas, te vamos a responder. Con una sonrisa, con paciencia, con pasión, con amor. Y, muy probablemente te sorprendas cuando descubras que lo que nosotros tenemos es algo que andabas buscando.
Ser cristiano es amor. Amor a Dios, a los demás, a uno mismo. Si, creemos en Dios, y no solo eso, es que Él es el centro y ejemplo de nuestra vida. No, no es una religión, es una forma de vida.
Dormimos, comemos, escuchamos música, salimos con los amigos, estudiamos, trabajamos, hacemos deporte, cantamos en la ducha (algunos mejor que otros), vamos al campo, a la playa… Y vamos a la Iglesia.
A diferencia de lo que puedas pensar, la Iglesia no es un sitio aburrido. No es un edificio en el que te sientas un rato y te vas. Para nosotros, lo primero, la Iglesia somos nosotros mismos. Y en el Templo, cuando nos juntamos con otros cristianos, adoramos, alabamos, aprendemos, disfrutamos.
Quizás, algún día, decidas darnos una oportunidad y venir a descubrirlo por ti mismo. Tal vez ese día sea pronto. Y ese día, puedo asegurarte que, una de las cosas más importantes que vas a descubrir es, que ser cristiano es amor.
Es escuchar a los demás. Atender con una sonrisa. Abrazar a un amigo o a un desconocido. Ayudar a los demás. Tener paciencia. Y tener al mejor amigo que se pueda imaginar: Jesús.
Hay un libro, el más leído, publicado y robado de la Historia llamado La Biblia. Es un libro muy especial, porque, si lees atentamente, con la cabeza y el corazón, puedes aprender cosas para tu vida diaria. Y no solo eso, hay mucho más, tanto que podría pasarme horas escribiendo. Pero lo mejor que puedo hacer por ti es invitarte a descubrirlo por ti mismo.
Te invito a que vengas, a que contactes con nosotros, a que nos preguntes. A acercarte a la Biblia, a leerla, a ver más allá. Te invito a buscar el verdadero amor, a no buscar diferencias ni poner etiquetas. ven y descubre que ser cristiano es amor.
P.