¿Dónde está depositada nuestra esperanza?. Para muchos sus anhelos están depositados en aquellas cosas que el mundo le puede ofrecer, éxito en la vida, trabajo, familia, riquezas… y un largo etc. Incluso muchos cristianos lo esperan todo de esta vida y no consideran que forman parte de unos propósitos eternos, que van más allá de lo que en esta vida podamos llegar a conseguir.
“SI EN ESTA VIDA SOLAMENTE ESPERAMOS EN CRISTO, SOMOS LOS MAS DIGNOS DE CONMISERACIÓN DE TODOS LOS HOMBRES”. 1ª Corintios 15:19.
Sé que este texto fue escrito por el apóstol Pablo buscando rebatir ciertas herejías que enseñaban la inexistencia de la resurrección. No obstante, gracias a la riqueza y profundidad de la Palabra de Dios, también es aplicable en el contexto de aquellos que hoy en día centran sus esperanzas en esta vida, en lo que pueden llegar a conseguir, en satisfacer sus propios deseos. Ellos buscan a Jesús para ver cumplidas sus expectativas, sin entender las enseñanzas de Jesús. Él, en la oración que llamamos Padre Nuestro, nos enseñó que de una manera primordial hemos de buscar Su Reino y el cumplimiento de su voluntad, antes de atender nuestras necesidades temporales. Lucas 11:2-3.
¿ Cuantas veces hemos escuchado mensajes en los que se nos presenta a un Jesús proveedor de nuestras necesidades, y no al Señor que viene a traer su reino a nuestras vidas ?. Ven a Jesús y serás sano, acércate a El y tendrás trabajo, todo te irá bien, tendrás la cartera llena, nada te pasará. Parece que Dios existe porque le necesitamos, que es, en cierta medida, creación nuestra, y que no somos nosotros sus criaturas ni somos llamados a ser hijos suyos, por la fe en Jesús, y súbditos de su Reino.
RESPONDIO JESÚS Y LES DIJO: DE CIERTO, DE CIERTO OS DIGO QUE ME BUSCAIS, NO PORQUE HABEIS VISTO LAS SEÑALES, SINO PORQUE COMISTEIS EL PAN Y OS SACIASTEIS. Juan 6:26.
Es más, hay gente decepcionada con Dios, e incluso enojada, porque las cosas no ocurren como ellos quisieran, llegando aún a abandonarle, porque Dios, y esto es más que sorprendente, no cumple aquello que se espera de Él.
Y BIENVENTURADO ES AQUEL QUE NO HALLE TROPIEZO EN MI. Lucas 7:23.
Es cierto que las pruebas nos invitan a dudar, Juan el Bautista , en prisión y peligro real de muerte, mandó a sus discípulos a preguntar a Jesús si en realidad Él era el que había de venir, Lucas 7:19, y este le respondió diciéndole que el Reino iba hacia adelante.
Los discípulos del camino de Emaús caminaban tristes porque no entendían lo que estaba pasando, Lucas 24, y las cosas habían acontecido como ellos no esperaban. Solo bastó un encuentro con Jesús para que sus corazones se llenaran de gozo y esperanza. ¡Todo había ocurrido como Dios había querido!.
Dios nos llama abrazar sus propósitos, a desentendernos de nosotros mismos y andar en sus caminos. Así que preguntate ¿Dónde has depositado tu esperanza?
“MAS BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA, Y TODAS ESTAS COSAS OS SERAN AÑADIDAS“. Mateo 6:33.
Juan Francisco Rodríguez Mimbrero